Parte de la
humanidad vive una vida agitada, cargada con muchos compromisos, otra gran
mayoría simplemente se dedica a menos tareas que realizar en el día a día, y
otros simplemente se dedica a hacer nada.
Pero entre uno y otros ya sea que hagan poco o mucho; se sienten
cargados y no tienen esa paz verdadera que Dios promete a los que creen y
dependen totalmente de Él.
Para hablar
de paz, es importante saber su significado real, porque paz no simplemente es
lo contrario a la guerra, o vivir ajenos a nuestras responsabilidades,
evadiendo compromisos; esta palabra va más allá y es mucho más profunda de lo
que pensamos. La paz, es una promesa del
Padre desde el antiguo testamento y Él ya la cumplió a aquellos hombres y
mujeres que creyeron. Para este tiempo
Él da garantía de cumplirla, hoy por hoy este pacto sigue vigente, para llenar
de paz a todo aquel que le crea, a cada persona que corra al trono de
misericordia.
Paz o
shalom, como se dice en el idioma hebreo, viene de la raíz verbal que significa:
pleno, perfecto, perfecto o completo. En
el diccionario quiere decir: salud, bienestar, seguridad, bendición, solidez,
tranquilidad, ausencia de agitación o discordia, descanso, plenitud,
totalidad. Lo importante de esta paz que
Dios nos da, es que sobrepasa todo entendimiento y guardará vuestros corazones
en medio de cualquier dificultad.
Jesús dijo “Mi
paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da yo os la doy”. Además nos
recuerda que el mundo tendremos aflicción, pero nos manda a confiar en El porque
El nos ayudará.
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