sábado, 29 de junio de 2013

Convivir en paz




Convivir en paz





¿Se han fijado en cómo convivimos los hombres? Realmente los hombres somos un caso especial.  Casi todos convivimos como si fuésemos pequeños dioses: como si siempre tuviéramos toda la razón. Y claro, dentro de este supuesto, ¿qué queda para el otro sino una de dos cosas: o que esté en el error o que sea descaradamente malo?

Es notable, en esta línea el comportamiento de los esposos: si habla la mujer, es el marido el que tiene toda la culpa.  Y si el que habla es el marido, entonces es la mujer la culpable.
Más concretamente: nos hiere el otro y nosotros nos arrogamos el derecho de juzgarlo y condenarlo. ¡Y cuán seguros nos sentimos acusando al otro! Pero somos nosotros los que herimos y nos la arreglamos muy bien para hallar cien disculpas.

De ese modo en sus dificultades con el otro, la persona humana siempre se da a sí misma la razón.  Pero de ese modo, cargando en el otro toda la culpa, más nos alejamos emocionalmente de él, más le obligamos a que él se aleje de nosotros y como término final, más difícil y dolorosa hacemos nuestra convivencia.  El resultado final de este proceso de heridas mutuas, no puede ser otro que el rompimiento de la convivencia, querida por Dios como medio de satisfacción y crecimiento humano, se trueca para nosotros en fuente de los mayores sufrimientos.

¿Qué decir al respecto de estos conflictos convivenciales? Desgraciadamente los hombres somos así.  Nuestras reflexiones meramentes humanas no parecen dar para más.  Y si acaso con el entendimiento llegamos a captar el error, el corazón se queda atrás.  Y sigue con sus comportamientos anti-otro.  Pensemos, por ejemplo, en las luchas de castas, etnias y culturas; en Bosnia y Yugoslavia, en las Naciones Centroafricanas, en las luchas del junio y árabe en Palestina.
Nuestra filosofía no da para más.  Y ahí quedamos los hombres, como excursionistas varados al borde de un camino; varado y sin gasolina para seguir.  Los hombres no sabemos solucionar el problema convivencial.  Ahí tenemos, por ejemplo, a la ONU: da direcciones prudentes, pero ¿dónde están los resultados?

Varados, pues, al borde del camino y sin salida o escape posible, los hombres alzamos los ojos a Cristo y le preguntamos: ¿qué dices tú, Señor? ¿Cuál es tu filosofía de la convivencia?
En Mateo 5, 18-42 se lee: “Sabéis que está mandado: ojo por ojo y diente por diente.  Pues yo os digo: no hagáis frente al que os agravia”.

Es decir, no te des la razón ni te enfrente al otro.  Saldrás siempre perdiendo, sufriendo más y tú y haciendo sufrir más al otro.  Esto dice el Señor, y pone los ejemplos supergráficos del que herido en una mejilla es capaz de poner la otra; o del que despojado injustamente de su vestido, ofrece además el manto; o del que, forzado a caminar con otro un kilómetro, él de sí mismo se ofrece a caminar dos.

Tal es la filosofía de Cristo: extraña, difícil de asimilar y, al parecer, casi suicida.  Detengámonos en ella.  A la luz de esta filosofía de Cristo, vemos que hay dos modos de reaccionar a las heridas que se originan en la convivencia: la ley del talión, “ojo por ojo” y la ley de la generosidad: “no hacer frente a la injusticia”.

Ley del Talión.  Cuando sigues esta ley, responde al otro con la misma medida; o sea, le devuelve igual: si él te maltrata, tú le maltratas; si él no te sonríe, tú no le sonríes; y si él no te habla, tampoco tú le hablas a él.
Piensen, amigos, en Dios.  Si no se hiciera el “tonto” para con nosotros, (si no se hiciera comprensivo, callado, paciente y siempre esperando), no existiría el mundo.  Pero para nuestra dicha, Dios actúa en “tonto” y gracia a esa “necedad” de Dios existimos los hombres.  Si realmente queremos ser felices, se nos impone esta extraña realidad: es preciso abandonar la ley del Talión y entrar por la ley de Cristo.  Ahora, en contraposición, podemos entender esta ley de Cristo.

Ley de Cristo.  “No enfrentes al que te agravia”.  Parece algo muy difícil, imposible casi… eso de poner la otra mejilla al que te pega… Pero Cristo el que da esta ley y la en el mismo sermón de las bienaventuranzas.  Por consiguientes, tiene que ser camino a la felicidad…  Veámoslo.  Tú tienes un poder asombroso, procedente de Dios mismo:  Veámoslo.  Tú tienes un poder asombroso, procedente de Dios mismo: puedes ser superior a las conductas ajenas, puedes hacer brillar tu sonrisa al que lo merece y al que a tu juicio, no lo merece.  ¿Aceptas que tienes ese poder? Lo tienes de hecho y, por tanto, no ejercitarlo es ya un daño inmenso para ti.

El resultado de vivir en la ley de Cristo: tú no te amargas (ventaja para ti), tampoco hieres al otro (ventaja para el otro), y de este modo, pones la convivencia en vías de sanación.

Conclusión: sí, es bien difícil no ripostar, siguiendo la ley del Talión.  Pero es el único modo de mantener tu paz y la paz entre los dos.  En pocas palabras.  Tú, -dices Cristo-, tienes una grandeza interior análoga a la divina: puedes amar a los enemigos, a los que te caen mal.  Ante una injusticia puedes reaccionar según esa dimensión de grandeza divina y entonces será feliz. O puedes reaccionar según sus pobres criterios humanos. En ese caso tu mismo te metes en el infierno .Escoge.  Lo que escojas no lo tendrás enseguida, a las inmediatas, pero ciertamente acabarás teniéndolo.  La vida es un proceso ya de amor, ya de odio.   Lo que decidas ser, eso mismo se te dará.  No ciertamente a las inmediatas, pero sí a lo largo en la perseverancia.

viernes, 28 de junio de 2013

Antecedentes históricos del marco legal de la educación dominicana



 Antecedentes históricos del marco legal de la educación dominicana


 Es de interés nacional la educación, ya que en la Constitución de la República Dominicana en el Título II, Sección I en su Artículo 8 inciso 16 dice: La libertad de enseñanza. La educación primaria será obligatoria.  

 Es deber del Estado proporcionar la educación fundamental a todos los habitantes del territorio nacional y tomar las providencias necesarias para eliminar el analfabetismo.  Tanto la educación primaria y secundaria, como la que se ofrezca en las escuelas agronómicas, vocacionales, artísticas, comerciales, de artes manuales y de economía serán gratuitas.


El Estado procurará la más amplia difusión de la ciencia y la cultura, facilitando de manera adecuada que todas las personas se beneficien con los resultados del progreso científico y moral. 
En el año 1844, la función educativa estuvo a cargo del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, suprimido mediante la Ley No. 79, del 28 de enero de 1931. Luego con la Ley No. 89 del 21 de febrero del mismo año, se asignaron las atribuciones relacionadas con la Instrucción Pública y las Bellas Artes a la Superintendencia General de Enseñanza. El 30 de noviembre de 1934 con la Ley 786, fue creada la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes. De esta manera el término "Instrucción" dio paso a un término más abarcador, como es el de "Educación".

En 1965, mediante el Decreto No. 16 de fecha 4 de septiembre, le fueron transferidas a la Secretaría de Estado de Educación, las funciones relacionadas con Cultos, anteriormente adscritas a la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, con lo cual asumió el nombre de Secretaría de Estado de Educación Bellas Artes y Cultos. Desde el año 1951 hasta mediado del 1997, esta Secretaría, estuvo regida en su funcionamiento por la Ley Orgánica No. 29-09, de fecha 5 de junio de 1951, la cual estableció la base normativa que rigió la vida institucional del Sistema Educativo Dominicano hasta 1997.

Con la promulgación de la Ley No. 66-97 de fecha 9 de abril de 1997, la Secretaría cambia nuevamente de nombre, adquiriendo el de Secretaría de Estado de Educación y Cultura, que luego le fue cambiado por Secretaría de Estado de Educación con la aprobación y promulgación de la Ley 41-00 de fecha 28 de junio del año 2000, que crea la Secretaría de Estado de Cultura y que transfiere la función Cultural a esa cartera. El Reglamento Orgánico de fecha 11 de agosto del 2000, es el que operativiza la Ley de Educación 66-97.

Vista la Ley General de Educación No. 66-97 en su Capítulo I, Artículo 1: La presente ley garantiza el derecho de todos los habitantes del país a la educación.  Regula en el campo educativo, la labor del Estado y de sus organismos descentralizados y la de los particulares que recibieron autorización o reconocimiento oficial a los estudios que imparten.  Esta ley, además, encauza la participación de los distintos sectores en el proceso educativo nacional.

Según el artículo 4 la educación dominicana se fundamenta en los siguientes principios: a) La educación dominicana es un derecho permanente e irrenunciable del ser humano.  Para hacer efectivo su cumplimiento, cada persona tiene derecho a una educación integral que le permita el desarrollo de su propia individualidad y la realización de una actividad socialmente útil; adecuada a su vocación y dentro de las exigencias del interés nacional o local, sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, de sexo, de credo, de posición económica y social o de cualquiera otra naturaleza.
b) Toda persona tiene derecho a participar de la vida cultural y a gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones.
c) La educación estará basada en el respeto a la vida, el respeto a los derechos fundamentales de la persona, al principio de convivencia democrática y a la búsqueda de la verdad y la solidaridad.
d) La educación dominicana se nutre de la cultura nacional y de los más altos valores de la humanidad y está a su servicio para enriquecerlos.
e) Todo el sistema educativo dominicano se fundamenta en los principios cristianos evidenciados el libro del Evangelio que aparece en el Escudo Nacional y en el lema “Dios, Patria y Libertad”.
f) El patrimonio histórico, cultural, científico y tecnológico universal, y el propio del país, son fundamentos de la educación nacional.
g) La familia, primera responsable de la educación de sus hijos, tiene el deber y el derecho de educarlos.  Libremente, decidirá el tipo y la forma de educación que desea para sus hijos.
h) La educación, como medio de desarrollo individual y factor primordial del desarrollo social, es un servicio de interés público nacional, por lo que es una responsabilidad de todos.  El estado tiene el deber y la obligación de brindar igualdad de oportunidad de educación en cantidad y calidad, pudiendo ser ofrecida por entidades gubernamentales y no gubernamentales, con sujeción a los principios y normas establecidas en la presente Ley.
i) La educación dominicana se fundamenta en los valores cristianos, éticos, estéticos, comunitarios, patrióticos, participativos y democráticos en la perspectiva de armonizar las necesidades colectivas con las individuales.
j) Es obligación del Estado, para hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades educativas para todas las personas, promover políticas y proveer los medios necesarios al desarrollo de la vida educativa, a través de apoyos de tipo social, económico y cultural a la familia y al educando, especialmente de proporcionara los educandos las ayudas necesarias para superar las carencias de tipo familiar y socioeconómico.
k) La libertad de educación es un principio fundamental del sistema educativo dominicano, de conformidad con las prescripciones de la Constitución.
l) Los gastos de la educación constituyen una inversión de interés social del Estado.
ll) La nutrición y la salud en general son determinantes básicos para el rendimiento escolar, por lo que el Estado fomentará la elevación de las mismas.
m) Los estudiantes tienen derecho a recibir una educación apropiada y gratuita, incluyendo a los superdotados, a los afectados físicos y a los alumnos con problemas de aprendizajes, los cuales deberán recibir una educación especial.
n) La educación utilizará el saber popular como una fuente de aprendizaje y como vehículo para la formación de acciones organizativas educativas y sociales, y lo articulará con el saber científico y tecnológico para producir una cultura apropiada al desarrollo a escala humana.  El eje para la elaboración de estrategias, políticas, planes, programas y proyectos ene área educativa será la comunidad y su desarrollo.
ñ) El sistema educativo tiene como principio básico la educación permanente.  A tal efecto, el sistema fomentará en los alumnos desde su más temprana edad el aprender por si mismos y facilitará también la incorporación del adulto a distintas formas de aprendizajes.

 

 La Secretaria de Estado de Educación tiene la Misión: Regular el Sistema Educativo dominicano de conformidad con la Ley General de Educación No. 66-97, garantizando el derecho de todos los dominicanos y dominicanas a una educación de calidad, mediante la formación de hombres y mujeres libres, críticos y creativos; capaces de participar y construir una sociedad libre, democrática y participativa, justa y solidaria, aptos para cuestionarla en forma permanente; que combinen el trabajo productivo, el servicio comunitario y la formación humanística, científica y tecnológica con el disfrute del acervo cultural de la humanidad, con la participación e integración de los distintos sectores de la sociedad, a fin de contribuir al desarrollo nacional y al suyo propio.

La Visión de la Secretaría de Estado de Educación es: Lograr que todos los dominicanos y dominicanas tengan acceso a una educación pertinente y de calidad, asumiendo como principio el respeto a la diversidad, fortaleciendo la identidad cultural; formando seres humanos para el ejercicio de una vida activa y democrática, generando actitudes innovadoras y cambios en la sociedad y garantizando una calidad educativa que asegure el desarrollo sostenible y la cultura de paz. 




jueves, 27 de junio de 2013

Las Políticas Educativas en la República Dominicana y su Impacto en la Sociedad



 

Las Políticas Educativas en la República Dominicana y su Impacto en la Sociedad

Por: Alejandrina Hernández

Al realizar este trabajo conocemos más sobre el impacto social que provocan las Políticas Educativas, estas traen mejoría y desarrollo social en las diferentes áreas y niveles del país.
Las instituciones políticas están ligadas a las estructuras económico - sociales, a los niveles de desarrollo, a las ideologías y sistemas de valores y a las tradiciones culturales de cada país.  Su conjunto forma el “sistema político” de cada país, cuyos diferentes elementos no son separables”. (Maurice Duverger: instituciones políticas y derecho constitucional).

La política está afectada por diferentes caracteres (finalidades): La política como vocablo polisémico. Vinculado a la politeia: Significa política y se refiere a una dirección de los asuntos de una comunidad
La relación entre la política y la educación ha sido permanente: En el Siglo IV a.c. Platón “La república” es una obra con un fin político, todo su contenido es educativo. Según dijo Quintiliano en el Siglo I d.c. “Instituciones oratorias” desarrollo de un plan de formación del hombre público (del político de la época). Obra educativa

En las sociedades modernas el gran protagonista de la acción política en general y específicamente la política educativa es el Estado.  El Estado moderno son los responsables de la política general y de las políticas específicas y entre ellas está la política educativa.
En el sistema educativo se expresa las virtudes de la sociedad dominicana, y también sus defectos, que de buena manera intenta superar a través del tipo hombre ciudadano que se pretende formar:
“La aspiración, como ciudadanos y educadores, es formar hombres y mujeres capaces de enfrentar viejos y nuevos problemas. Por eso en esta propuesta se asume que el propósito fundamental de la educación dominicana es propiciar el desarrollo pleno de nuestros hombres y mujeres en sus formas de sentir, pensar y actuar, para que todos puedan contribuir a lo que como ciudadanos demandamos y a lo que la sociedad reclama”. Esta aspiración educativa de la sociedad dominicana, expresada en la Constitución y las leyes, se concretan de manera estelar a partir de la intervención del currículo prescrito, y a través de la práctica docente en el aula.

Como resultado de las exigencias y los cambios sufridos por la sociedad dominicana en las últimas décadas, se ha demandado de una adecuación curricular.  Conforme a eso se han realizado numerosas reformas (algunas reformas de importancia fueron introducidas al curso de los años (1967-1979) en los diferentes niveles del sistema educativo. Dentro de estos intentos por reformar la enseñanza cabe mencionar las Reformas del Nivel Primario y las Reformas del Nivel Secundario (De fundamentos del currículo 1).  Con el objetivo de adecuar el currículo a las demandas y desafíos de los cambios que se producen en la sociedad dominicana.

Uno de los mayores esfuerzos de transformación curricular en la sociedad dominicana, en las últimas tres décadas, se realiza a partir del Plan Decenal de 1992, teniendo como uno de sus grandes aportes la elaboración de la Ley General de Educación 66-97, y la puesta en vigencia de un nuevo currículo. Dicho plan creó grandes expectativas y propósitos a concretar, como señala el informe de la OCDE.

El programa que pretende evaluar la ejecución de las políticas educativas implementadas en el país a partir del Plan Decenal de Educación 2008-2018, parte de una concepción bastante discutida en el escenario internacional sobre la significatividad del término “Política Educativa”. Este concepto ha sido ampliamente abordado y definido desde diferentes concepciones intelectuales; pero todas ellas coinciden en que se trata de un tipo de política pública, por ser de orden estatal, ya que este sector es el que la decide, la inicia, la promueve y trata de alcanzar resultados referentes a ésta, aunque el Estado parta de un proceso participativo para su elaboración, dando cabida a todos los actores con intereses en la política.

Estas políticas hacen referencia a “un conjunto de decisiones o un conjunto de programas, los cuales se escalonan en un tiempo relativamente largo”1. En sentido más amplio, las políticas públicas son consideradas como “declaraciones de propósitos que aconsejan una ruta”2 y cuya implementación sigue un conjunto de actividades ordenadas para que la misma pueda alcanzarse. Vista así, toda política cuenta con un propósito, una meta, unos resultados y los correspondientes medios para ser lograda.

En lo referente a las políticas educativas, éstas se asumen como “políticas sociales que se refieren a aspectos que vinculan al Estado con la educación de la población, concretamente con la educación formal(…). Este énfasis en lo formal es el que generalmente, se asume desde los sistemas educativos nacionales, los cuales, de por sí, dejan por fuera su incidencia en la educación política y en la educación no formal”3. Sin embargo, dada la participación de la sociedad en general como beneficiaria de los servicios educativos que se brindan, las evaluaciones y los análisis relacionados con las políticas se convierten en procesos de interés nacional.

Una vez que los resultados de la evaluación de políticas educativas han sido difundidos, la comunidad educativa cuenta con indicadores de los programas y proyectos que dichas políticas han implicado, los cuales se convierten en una alternativa objetiva y diferente a las opiniones de políticos que tratan de convencer a la sociedad sobre la bondad de sus programas educativos. Es decir, en el ámbito educativo, “la evaluación permite ver cómo el gobierno se mide a sí mismo”4, siendo la sociedad y la opinión pública jueces de los adelantos o retrocesos que se indican en esas medidas.
Las Políticas Educativas son las grandes orientaciones pedagógicas, institucionales y estratégicas dirigidas al logro de una educación con calidad y equidad en beneficio de las personas de todas las situaciones y condiciones de la sociedad dominicana. Estas Políticas responden a las necesidades de hoy y a los intereses estratégicos de la sociedad dominicana con visión de futuro, que posibilitarán encarar los desafíos culturales, sociales, económicos y políticos de la República Dominicana en el Siglo XXI. Estos desafíos demandan de igual modo de una revisión a la Ley General de Educación 66’97 con la participación de todos los sectores de la sociedad, a los fines de hacerla congruente con los cambios que se vienen operando en el ámbito local y la comunidad internacional.
Los Objetivos Estratégicos son los logros globales vinculados a cada una de las Políticas Educativas; los resultados son los logros intermedios de cada Objetivo Estratégico y que posibilitan la obtención del logro global, mientras que las Medidas y Acciones de cada resultado están dimensionadas para su aplicación en el corto plazo (2009); en el mediano plazo (2012) y en el largo plazo (2018).
 A pesar de ello, los estados se han visto obligados a ofrecer a la ciudadanía indicadores que describan los avances que en materia de calidad educativa se han suscitando con los contextos y variables asociados al aprendizaje de los alumnos y alumnas. Abiertos a la crítica de sus actuaciones, los gobiernos deben plantear una pluralidad de usos de los resultados de las evaluaciones de políticas educativas.  Entre estos usos se incluyen tomar en cuenta esos resultados para mejorar las intervenciones educativas, elaborar informes de difusión y publicación de los principales resultados y devolverlos a los distintos actores implicados (estudiantes, docentes, directivos, padres,…), con los que se debe tener espacios de análisis y formación, para mejorar los resultados. Con estas actuaciones se persigue que los gobiernos puedan proporcionar orientación pedagógica a las instituciones, docentes y directivos para mejorar las prácticas educativas que inciden en la calidad de los aprendizajes.

En la República Dominicana, desde principios de la década de los 90, el Estado ha promovido un conjunto de políticas educativas enmarcadas en lo que se ha definido como “Planes Decenales de Educación”. Todas han ido en la dirección de aumentar los servicios y la calidad de la educación que se brinda a la ciudadanía, a pesar de que el impacto en la calidad ha sido deficiente6. Como una forma de aportar a la calidad, el actual Plan Decenal ha establecido las diez políticas educativas por la que se rige el MINERD. Este Plan, que se viene implementando desde el 2008, las autoridades educativas interesadas en brindar, a la ciudadanía y a la sociedad en general, un análisis de los aportes en cada una de las políticas han delegado en el IDEICE, la tarea de evaluar y valorar el nivel de avance y logros alcanzados en el corto plazo en cada una de las políticas planteadas.

Se pretende evaluar en este programa la oferta y la demanda de servicios educativos, la calidad de la enseñanza en los diferentes niveles y modalidades, el currículo normativo y el aplicado, el desempeño de los actores educativos, los factores asociados al cumplimiento del horario y del calendario escolar, la formación de recursos humanos, el funcionamiento de los programas dirigidos al estudiantado de los sectores sociales más vulnerables, la participación de los padres y de la sociedad civil, la eficiencia del sistema educativo para logar la calidad de la educación y, finalmente, la evaluación del sistema de financiamiento de la educación dominicana y su relación con el incremento de la calidad educativa.

Las Políticas Educativas impactan en la sociedad, a través de la educación, logrando la  preparación académica que permite a los pueblos desarrollarse, ser productivos, agilizando la economía  y la calidad de vida de la nación. Parte esencial de la educación que es preservar la vida, el respeto a los derechos humanos, la integridad moral y física de las personas. Trae como resultado tener conciencia, amar a los demás, desarrollar  pensamiento crítico y  ser felices. Practicar la equidad, la justicia, permitiendo el orden social. Además influye en el horario de trabajo y estudio; el caso de la jornada extendida observamos cuantas madres son y serán beneficiadas en el sentido de que pueden trabajar y sus niños están siendo educados, alimentados.
Al concluir el trabajo Las Políticas Educativas en la República Dominicana y su Impacto en la Sociedad, hemos aprendido en el proceso  educativo, las leyes aplicadas y dirigidas por las políticas que ha implementado el MINERD, las cuales van a favor del desarrollo de la nación.


BIBLIGRAFÍA

  1. 5. ( SEEC(1994). Fundamentos del Currículo I))
  2. Bellavance (1979), citado en CECC (2008). Evaluación Educativa. Cuatro Enfoques. San José, Costa Rica, pág. 103.
  3. Bicker y Williams (2001), ibídem.
  4. Ídem, pág. 105.
  5. Granovsky, M. (2003). La evaluación como fetiche. En Iaies, G. y otros (2003). Evaluar las evaluaciones. Una mirada política acerca de las evaluaciones de la calidad educativa. Buenos Aires: IIPE-UNESCO, pág. 99.
  6. Tiana F., A. (2003), plantea argumentos sobre la pluralidad de usos que los gobiernos se resisten a dar a los resultados de la evaluación de políticas educativas. En Iaies, G., Op. cit., pág. 119 y ss.
  7. UNESCO-LLECE (2008). Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo Los Aprendizajes de los Estudiantes de América Latina y el Caribe [en línea]. http://unesdoc.unesco.org/images/0016/001606/160660S.pdf. [02 de Octubre del 2009].